DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Creación

Hecho por el cual se expresa lo Inmanifestado; también una vibración emanada de la Posibilidad Universal.

Según el Génesis hebreo la Creación se efectuó en seis períodos, al final de los cuales el Creador descansó.

La narración de la creación ilustrada en diez esferas. J. D. Mylius, Opus Medico-Chymicum, 1618
 
La narración de la creación ilustrada en diez esferas y acompañada del
texto bíblico. J. D. Mylius, Opus Medico-Chymicum, editado por
Lucas Jennis, Frankfurt, 1618.

En el Rig Veda (X, 190, 1-3) se la describe de esta manera después de haber manifestado que el Ser procede del No-Ser:

El Orden Universal y la Verdad /nacieron del Fuego Interior / y de allí nació la Noche y de allí / el ondulado océano del espacio, nació el tiempo, el año ordenado / días y noches / el gobernante de cada momento / En el principio, como antes / el Creador hizo el sol / la luna, y el cielo y la tierra / el firmamento y el reino de la luz.   Guaraníes.

2. La autogeneración de la deidad en nosotros. Cualquier manifestación que es percibida como irrupción de la deidad que se hace en uno, conformando, de a poco, el ser.

El espíritu y el ego (el yo y el otro) son una misma entidad, eso es lo que es difícil de aceptar, porque todas nuestras programaciones se le oponen. Para algunos descubrir eso les renueva el mundo, les cambia la realidad, porque entonces el mal no es el mal en que ellos creían y el bien tampoco es el de las concepciones anteriores.

Cada regeneración que sufren los adeptos es un nuevo nacimiento de Dios, que se va abriendo paso en las aguas, se trata de un acontecimiento solemne, es la aparición de la criatura llamada "Niño alquímico", el Niño dios, en el interior de una individualidad, que lo autogenera –en la Tradición Taoísta llamada "La Endogenia del Inmortal". Siendo esa aparición majestuosa el inicio de un camino –es un niño– hasta la coronación de la "Gran Obra". Eso es lo extraordinario, que es una autogeneración, lo que es evidente en cualquier proceso creativo, especialmente en la planta que es el ejemplo más notorio y sencillo (y en la domesticación de ella, la agricultura). Incluso el que ha realizado esta Obra, tal vez no lo sabe del todo, o no lo sabe, y lo más probable es que le dé otro nombre, pero el númen sigue siendo el mismo. De hecho, todos los dioses, coinciden en el Dios Inmanifestado.

Nacimiento del "Niño alquímico", el Niño dios,

Imagen de Virgen y Niño alquímico, detalle. Catedral de Córdoba, España.  Sol

Hay que insistir en que se trata de un proceso autoinducido por medio de la Vía Simbólica de la Tradición Hermética, en nuestro caso, e igualmente bajo otros cielos podrá verse de manera muy diferente aunque ambos se centran en el mismo Misterio. En el cristianismo queda señalado que no se trata de una masticación "ad extra" (expansión, para el cuerpo) sino "ad intra" (concentración, secreta, para el alma), tal como se expresa con el ejemplo de Marta y María. Contemplación, Alma.

Este proceso implica un auto-ordenamiento con respecto a todas las descripciones de un mundo, que ya deja de ser el mismo, que es "otro", lo cual es propio de toda iniciación. O sea, del proceso de Conocimiento vinculado al "Más allá". Para ver con mayor claridad esta idea de la que estamos hablando, lo más sencillo es tomar el ejemplo del Yoga, donde al yogin le es enseñado todo de nuevo: la respiración, el conocimiento de la energía y los ejercicios corporales y psíquico-espirituales, todo lo cual es inducido por una Enseñanza Cosmogónica y Metafísica que tiene a las letras y a los números como sus emisarios, verdaderos arcos de Cupido y ya no de la Diana lunar. Hasta llegar finalmente a la mansión de Apolo, un dorado lugar donde se generan el día y la noche (es decir el Tiempo, Crono) y donde los poetas residen cantando sus versos que son repeticiones de un rito perenne que nos va llevando de estado en estado. Y su vibración nace sola y por doquier, es decir simultáneamente en este y en todos los universos posibles.

3. Toda creación está sujeta a la dualidad: calor-frío, activo-pasivo, masculino-femenino, bien y mal, yo y el otro, y hasta puntos intermedios, como húmedo y seco, es decir que se contraponen a todo lo largo (y lo ancho) de la Creación entera a la que signan con dos polaridades que se rechazan, y al mismo tiempo se atraen, pues ésta refleja a la otra que le devuelve su energía completando de este modo posteriormente el ciclo de la tríada.

Como veréis se trata de la idea de una víbora –la Ouroboros alquímica–, la que se muerde la cola cuando se hacen una las dos serpientes del caduceo de Mercurio. El poeta francés George Gerard de Nerval víctima de una locura que le persiguió por años dijo poco antes de su suicidio, con entera convicción: yo soy el otro. Dualidad Dos.