DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Inca - Civilización Incaica

"En el mito de la fundación del imperio Inca, una pareja ancestral, Manco Capac y Mama Ocllo, después de un intenso viaje, una peregrinación auspiciada por el sol quien les había regalado un bastón de oro –símbolo del eje– consiguen hundirlo sin dificultad en un lugar mágico y preciso en donde según el astro debían detenerse pues ese sería su centro, el sitio donde fundar y desarrollar su imperio. La señal se había producido y ella mostraba la conjunción de cielo y tierra dada por la verticalidad del bastón como factor masculino y la receptividad horizontal de la tierra como componente femenino. En aquel lugar mítico que según ciertas leyendas resultó ser el Cuzco se manifestó pues la confluencia de dos energías sin contradicción –como se había profetizado– produciéndose la reconciliación de opuestos que hizo posible la irrupción de la energía celeste, divina, axial, en forma de efluvios que mediante la labor de este pueblo, heredero del sol, se podrían extender en las cuatro direcciones del espacio y en la totalidad del tiempo cíclico, marcado este último también por el cuaternario de las estaciones en el año o el de las grandes eras del mundo –a las que asimismo se asociaba con los cuatro estados de la materia– o el de las horas del día." (Federico González, El Simbolismo Precolombino).

Posteriormente el Tahuantisuyo se expandió y llegó a ocupar los territorios del Perú actual; y también al norte Ecuador, al oriente Bolivia y al sur parte de Chile y Argentina, gobernados desde el Cuzco. Se piensa que en principio el Imperio incaico utilizó las rutas, la cerámica, los tejidos, e incluso los métodos agrícolas de la cultura cañari a la que desarrolló extraordinariamente en sus aspectos técnicos y prácticos, como los romanos lo hicieron con los griegos.

También tuvieron un sistema de cómputo matemático que les llevó a cálculos astronómicos, estadísticos y comerciales, así como les sirvió para enviar mensajes y registrar su historia, es decir, una forma de escritura efectuada con hilos de distintos colores y tamaños, anudados a distintas alturas, de los que existen muchas evidencias físicas, aunque su desciframiento constituye un misterio, pues dejaron de utilizarse desde la conquista europea y murieron los encargados de interpretarlos.

Los sabios indígenas eran llamados orejones y llegaban al conocimiento después de una serie de grados análogos a las iniciaciones existentes en todos los lugares del planeta.

El sol y la luna –lo masculino y lo femenino– eran la dualidad de las energías cósmicas y el oro y la plata constituyen los revestimientos de los templos que los simbolizaban en el Cuzco y que hasta hoy subsisten. Un tercero representa el arco iris, una deidad que establece un puente entre ambas polaridades y que genera la policromía extraordinaria de sus tejidos.

La tierra madre era la Pacha Mama. De hecho el Universo estaba conformado por tres mundos, o niveles: Hanan Pacha, o superior, en el que viven las deidades celestes, incluidas las aves; Kai Pacha (o Pacha Mama) correspondiente a la tierra y Uku Pacha, mundo interior, donde están las semillas de la generación humana y también los ancestros gracias a los cuales estas podrán nacer, tal cual el inframundo o el interior de la tierra de otras Tradiciones.

El Inca era el Emperador de este territorio de guerreros dominado rígidamente –teniendo como base el número cuatro– y al que obedecían ciegamente sus integrantes, por medio de poderes jerárquicos intermediarios, incluida una nobleza marcial y una escuela de Sabiduría en la cual el propio Inca había sido educado, compartiendo en su figura el poder real e igualmente el espiritual. El emperador, cuya autoridad era absoluta, era visto como hijo del sol, cuyas emanaciones representaba en la tierra, al igual que en muchas dinastías europeas y otras, que de este modo pretendían justificar sus imperios y reinos, al considerarse hijos de lo alto, y ser por lo tanto los que encarnaban esas energías.

 El décimo Inca. Topa Inca Yupanqui
El Xº Inca, Topa Inca Yupanqui
Felipe Guamán Poma de Ayala, Nueva
Crónica y Buen Gobierno
, c. 1615