DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Laberintos

Construcciones arquitectónicas, o vegetales en jardines, con el fin de resguardar la llegada al centro, o impedir el retorno. Las iniciaciones pueden ser vistas como el recorrido de los laberintos para arribar al centro donde se encuentra lo más secreto y la salida vertical. Asimismo se hallan esquematizados como jeroglíficos aparentemente sin solución en dibujos esotéricos, diseñados a veces en el suelo de templos, como es el caso de ciertas catedrales góticas.

Presentes en Knossos, en la cultura etrusca, en Egipto, en China y en Grecia donde el más conocido estaba ubicado en la isla de Lemnos.

Teseo y el Minotauro. Vasija. c. 500-450 a. C.
  Teseo y el Minotauro. Vasija (stamnos) de figuras rojas
c. 500-450 a. C. British Museum.

El mito del hilo de Ariadna y el Minotauro señala la salida del laberinto construido por Dédalo, o sea el recorrido salvífico del neófito (Teseo) al superar las trampas y cadenas de la esclavitud de su mente y concepciones profanas. Sin embargo muchos de estos laberintos no tienen salida, o son de una problemática insoluble, y su forma puede ser tanto circular como cuadrada, también pentagonal como hexagonal y aún de polígono irregular.

Teseo y Ariadna junto al laberinto de Creta
Baccio Baldini, Teseo y Ariadna junto al laberinto de Creta (fragmento).
c. 1465. British Museum.

Incluso hay laberintos naturales de los cuales los más importantes, a nuestros efectos, se encuentran simbolizados en el cuerpo humano por el sistema digestivo, el sistema sanguíneo (el árbol circulatorio), el sistema nervioso, el oído (en el que su nombre ha sido perpetuado hasta hoy por la medicina) y el mismo cerebro como salida por la sumidad, o la exclusión de todo pensamiento, deseo o razón para pasar a un nivel totalmente distinto y desconocido, la Posibilidad Universal.

También ciertos animales como las hormigas, los cangrejos que construyen laberintos, que podríamos igualmente llamar naturales (incluso los senderos y veredas no efectuados por el hombre en los bosques y montañas o en las grutas en las entrañas de la tierra). Asimismo laberintos acuáticos, tal el recorrido de los ríos y las conchas y caracolas con esta forma.