DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Oro

El valor simbólico del oro está dado por su comportamiento respecto a otros metales y sus nobles características que se expresan mediante el brillo, la maleabilidad, la duración sin ser oxidado o atacado por otros elementos, etc.

En alquimia, es equiparado al sol, ya que los astros maduran en las entrañas de la tierra y dan lugar a las distintas variedades de minerales, cada uno de ellos con ciertas especificidades particulares.

En otras Tradiciones se lo relaciona con el fuego. Agni.

En las sociedades arcaicas, el sol es el marido o hermano de la luna significada metálicamente por la plata.

Existe un oro alquímico que es el resultado de los trabajos y operaciones del adepto y que designa un estado particular del alma cuando ésta ha llegado a su punto culminante y es considerada el segundo logro de sus operaciones (segundo nacimiento) después de obtener la plata, o mercurio filosófico, y antes de alcanzar otro grado en el que prima el simbolismo del polo sobre el solar (tercer nacimiento), como está claro en el Árbol Sefirótico donde Malkhuth, Yesod, Tifereth (su casa) y Kether forman el eje vertical jerarquizado de donde se sostienen tomando forma los niveles del recorrido anímico del iniciado.

El sol es también el principio de la vida y el mediador del Fiat Lux ya que su energía puede dividirse en luz y calor, simbolizados los de la luz por los rayos rectos que salen de sus representaciones iconográficas, así como por los rayos flamígeros significando el calor, ambos necesarios para la creación perenne. Apolo-Helios Sol.

En el recorrido de la logia masónica el aprendiz comienza su camino efectuando, como en todas las Tradiciones, análogo viaje. Desde lo profano, o «tinieblas exteriores» a lo más oculto y sagrado en una línea ideal que pasa por medio del ara o altar (Tifereth), el centro del Taller masónico, hacia el triángulo de luz, el delta luminoso, concentrados en el silencio y en el Gran Arquitecto del Universo.