DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Selene-Diana-Luna (gr.-lat.)


Artemisa, señora de los animales
Cerámica Etrusca, s. VI a. C., Museo
Arqueológico, Florencia

Hermana gemela de Apolo. Nacidos en Delos, isla central de las Cícladas, es identificada con la Diana romana; mujer terrible, perpetuamente doncella, detesta a las parturientas y las mata con sus flechas por lo que son temidos sus accesos de cólera, aunque cuidaba de sus críos. También, ayudada por Heracles combatió contra los Gigantes.

Vinculada con la luna, como se ha mencionado, así como su hermano con el sol: se la consideraba como tutora de las amazonas.

No siempre se la ha emulado con la virginidad, como es el caso de la estatua de Éfeso donde se la representa con múltiples pechos, pues ha suplantado a una antigua diosa local. En esta ciudad es donde alcanzó su máximo esplendor, como se lo destaca en el Nuevo Testamento: Hécate

"… pero estáis viendo y oyendo decir que no solamente en Éfeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo persuade y aparta a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se fabrican con las manos."

"Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a quien adora toda el Asia y toda la tierra." Al oír esto, llenos de furor se pusieron a gritar: "¡Grande es la Artemisa de los efesios!"

"… Efesios, ¿quién hay que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua caída del cielo?" (Hechos de los Apóstoles 5, 26 y ss).

Artemisa de Éfeso. Romano, c. s. I-III.
Artemisa de Éfeso. Romano, c. s. I-III
Bronce ennegrecido y alabastro
Museo Arqueológico Nacional, Nápoles

Diosa de los nacimientos y también de la fecundidad, era muy popular en Grecia y posteriormente en Roma de donde heredó dos de sus características más conocidas, su permanente virginidad y su arco y el carcaj con sus flechas. Como toda diosa lunar lo es también de la tierra por su proximidad, tal cual lo están las sefiroth Yesod y Malkhuth en el diagrama del Árbol de la Vida de la Cábala. Hija de Zeus y Leto le regala al dios Pan dos perros de su jauría, pues compartía con él la caza de ciervos.

También fue protectora de numerosas ciudades en la antigüedad aunque se la vinculaba con los lugares selváticos. Ligada a las Ninfas, que muchas veces formaban parte de su corte, se les exigía con rigor que fuesen castas.

Un día Acteón se solazó con su belleza viéndola desnuda e inventó que ella lo había hecho a propósito; la furia de Diana no se hizo esperar, lo transformó en ciervo y azuzó a su jauría de perros para que lo destrozase.

Diana y Acteón. Matteo Balducci, med. s. XVI.
Diana y sus atributos expuestos en esta obra:
Diana y Acteón. Matteo Balducci, med. s. XVI

La diosa en Roma era mucho menos benéfica que como la veían los griegos, y hay que hacer una distinción al respecto.

Ovidio la nombra en su Metamorfosis, aunque Hesíodo y Homero no la mencionan. Diosa oscura, como la noche, a la que tenuemente ilumina. Su figura desaparece con respecto a Deméter-Ceres, aunque era muy popular en Roma en razón, seguramente, de la relación mantenida con la menstruación y de su poder sobre las aguas.

Su principal santuario está cerca de Roma en Nemi, y en Padua. Allí donde se dio origen a una tradición que la emparentaba con una cierva, patrona de esa ciudad.