DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Itzamná (maya)

El dios más popular de los mayas yucatecos era Itzamná, Dios Padre hacedor de los nombres y de todas las cosas, deidad creadora. El Chilam Balam de Chumayel habla de Hunab Itzamná o Hunab Ku como "Dios Único". En el Diccionario de Viena se dice:

dios ídolo principal que tenían los indios de esa tierra, del que dicen que procedían todas las cosas y que era incorpóreo y por esa razón no hacían imagen de él; Colop u Uich Kin. Dios que decían ser de éste Hun Itzamná: Yax Coh Mut.

Según el Diccionario de Motul de donde se ha sacado la interpretación clásica de las palabras de "Itzamná":

Itzan Caan, Itzen Muyal que era Itzamatu que quiere decir el que recibe y posee la gracia o rocío o sustancia del cielo.

Itz es, según dicho Diccionario, "leche", "lágrimas", "sudor", resina o goma de árboles y arbustos, "cera de vela" y "moho".

La idea es la de un líquido segregado gota a gota como las lágrimas o el semen en representación de la lluvia, fecundadora.

Por otra parte Itzamná significa "Casa de Iguanas" y se ha identificado a Itzamná con los "monstruos" celestiales, tan comunes en el arte maya, que son parcialmente cocodrilos, lagartos o serpientes. Parece ser que había cuatro de esos seres llamados Itzam, iguana, que formaban las cuatro paredes y el techo de Itzamná (Casa de Iguanas) dentro de la cual está nuestro mundo, o mejor: es la forma de simbolizar al universo y al hombre pues no se trata de lo que podríamos ver como un "contenedor".

El canto octavo del Ritual de los Bacabs los nombra y a cada quien atribuye color y orientación: el Itzamná rojo al este, el blanco al norte, el negro al oeste, y el amarillo al sur.

Estos monstruos celestiales con frecuencia llevan símbolos planetarios en el cuerpo, prueba de que habitan en el cielo y lo representaban.

El Chilam Balam de Chumayel (p. 73) menciona a Itzamná Itzam Tzab; Tzab es el cascabel de la serpiente y también las Pléyades. Esto agrega un rastro celeste y sideral visible a su totalidad inmanifestada y siempre presente.

El concepto de Itzamná no comprende tan sólo cuatro Itzam que forman las paredes del mundo, sino otros dos equiparados a techo y suelo de la casa de las iguanas, o cielo y tierra o cenit y nadir, e incluye el volverse para formar el piso de la Casa de Iguanas. Mientras que en su aspecto celeste envía lluvias a la tierra, en su aspecto terrestre es el suelo en que tiene su ser toda vegetación y ahora recibe esa lluvia que antes dispensara desde lo alto. Así Itzamná, Itzam Tzab y Yaxcocahmut se refieren al aspecto celestial de Itzamná; Itzam Cab e Itzam Cab Kin, "Iguana Tierra" e "Iguana Tierra Caimán" son nombres de Itzamná en su calidad de divinidad de la tierra. Itzamná Kauil "Casa de Iguanas de abundante cosecha" podría referirse a ambos aspectos de la deidad. Bolon Dz'acab "Nueve o muchas generaciones" es otra designación del aspecto terrestre de Itzamná.

Más nombres de Itzamná son: Itzamná Kinich Ahau, "Señor Rostro del Sol" (dios G); Itzamná Kabul, Itzamná "Productor con sus Manos". Itzamná t tul, "Cielo de Conejo".

Parece haber dos tradiciones en el pensamiento maya en relación con el monstruo de la tierra; en una se ve que la superficie de la tierra es un cocodrilo que flota en un enorme estanque, al igual que entre los nahuas y en otras Tradiciones americanas y extramericanas donde se ve esa iguana o cocodrilo transformado en tortuga o dragón, como símbolo de isla de tierra flotando en el mar; en la otra, que la tierra (piso de Itzamná) es una parte de la caja universal cubierta o conformada por iguanas en movimiento que abarcan desde el cénit hasta el horizonte, y en éste se vuelven para formar la superficie terrestre. La primera parecería ser una cosmogonía plana, la otra es la misma en proyección volumétrica.

En el Códice de Dresde (p. 4b-5b y 74) se figura a Itzamná como iguana o lagarto. Aunque tenía primordialmente una configuración reptilínea, en su papel de creador parece haber sido representado en forma humana y tal vez fuera el anciano Dios D de los códices.

Itzamná. Códice Dresde, pág. 4-5.
Códice Dresde, pág. 4b-5b
(Ver pág. 74)

Él y su esposa aparecen en el "centro del mundo" en el papel de pareja creadora en el Códice de Madrid (p. 75-76).

Itzamná. Códice Dresde, pág. 4-5.
 
Códice Madrid
, pág. 75-76

Itzamná era el patrono del día Ahau, el último y más importante de los veinte días mayas. Este signo del día significa rey, emperador, monarca, príncipe, "gran señor". (Ver J. E. S. Thompson, Historia y Religión de los Mayas).

Sylvanus Morley, en su Civilización Maya dice que Itzamná era hijo de Hunab-Ku el gran dios creador del que poco se hablaba entre los mayas, su deus otiotus, y piensa que Itzamná, como señor del día y la noche y bajo su primera manifestación, está íntimamente relacionado con Kinich-Ahau, el dios solar.

Charles Gallemkamp siguiendo distintas fuentes en su libro Los Mayas, comenta hablando de la deidad Hunab-Ku:

Es muy posible que Itzamná y Hunab-Ku fuesen manifestaciones de la misma deidad y en algunas ocasiones se ha identificado a Itzamná como hijo de Hunab-Ku.

"En los diccionarios mayas de Motul y Viena se habla de una deidad incorpórea que no podía ser representada llamada Hunab-Ku –como el Yahvé hebraico, cuyo nombre, para abundar, era impronunciable–, el que generaba o era análogo a Itzám Ná, creador del mundo, dios lagarto, arquitecto, constructor y habitante de la casa tridimensional del cosmos o mansión de los lagartos o iguanas, al que muchas veces se representa de forma dual, bicéfalo, actuando constantemente en los cuatro rincones del mundo, en las seis caras del cubo del universo, al que él mismo simboliza; mutando sus atributos y colores, contraponiéndolos en la siempre presente danza universal donde todo es simbólico y significativo –y está también íntimamente relacionado con los animales, las plantas, los fenómenos y las energías de la naturaleza– puesto que es una manifestación de lo sagrado". (Federico González, Los Símbolos Precolombinos).

Ricardo Barrera Vázquez no cree que la traducción de Itzamná por J. E. S. Thompson como "casa de iguanas" sea la correcta, sino que su nombre está relacionado esotéricamente con sabiduría, magia, poder oculto, y que significa el brujo o mago del agua; el que ejerce sus poderes por medio del agua. Sin embargo en su Diccionario Cordemex, recopilación de distintos diccionarios mayas, valioso estudio y documento, en su entrada Itzamná K'awil afirma literalmente:

"Casa de iguanas de abundante cosecha"; puede referirse al dualismo de Itzamná el dios maya creador: su aspecto celestial representado por la lluvia y el terrenal por el suelo, ambos necesarios para una buena cosecha.

En la profecía de las flores, así llamada en los Chilam Balam, se enumeran sus funciones. Dioses mayas.